Hoy es el gran día, el día que nos veremos. Y estás nervioso, estás sensible, estás ilusionado. Y vuelas a través de la ciudad y viajas a tus sueños, viajas estando despierto. Y el viaje te lleva a ella. Una chica que está nerviosa, está sensible y está ilusionada. Que mágico es que dos personas sientan tanto al verse.
Si no quieres sentir todo eso, no dejes que te mire, no dejes que te acaricie, no dejes que te cuente de ella. Porque ella no intentará cautivarte, ella será sencilla y, poco a poco, brillará más. Si no quieres enamorarte, no quedes con ella. Si no quieres desearla, no la llames cada día. Porque ella es única y te hará sentir único.
Si quieres sentir todo eso, búscala debajo de las piedras, búscala en una calle solitaria, búscala entre la gente. Porque ella se esconde. Ella ve el mismo mundo que tú y tiene miedo de él. Ella no sabe que existe alguien como tú, ella no sabe como buscar, ni sabe qué puede encontrar. Eso se lo tendrás que enseñar tú.
En este mundo os conoceréis y viajaréis lejos. Tan lejos que seguirás aquí, pero no estarás. En una nube quizás, bajo una farola puede, una pista de hielo recordarás, una muñeca que rodearás con tus dedos, una espalda que conocerás al dedillo. Y siempre estará ella. Ella y tú en ese mundo que creasteis. Donde os buscáis, donde os protegéis. Y allí va ella y allí vas tú y allí os encontráis.
Que sencillo era y que complicado lo pintaban.